El Club d´Escacs Sant Adrià celebró su particular Diada de Sant Jordi consiguiendo el ascenso a la Segunda División de Catalunya, al ganar en el encuentro de promoción al equipo del Santa Eugènia por el resultado mínimo de 4 ½- 5 1/2. El Sant Adrià había logrado la plaza para disputar esa promoción en la fase regular de la Lliga Catalana.
El encuentro se disputó en la antigua masía de Can Ninetes (siglo XV), hoy Centre Cívic Santa Eugènia, en el pequeño núcleo que conforma el Barri Vell de Santa Eugènia de Ter, municipio anexionado a Girona en 1963. Local amplio, cómodo y luminoso, idóneo para la práctica del ajedrez.
Los locales comparecieron con dos bajas respecto a su teórico equipo titular, mientras el Sant Adrià lo hacía con una. Por la evaluación federativa de los jugadores, el Sant Adrià era manifiestamente superior a su rival, pero hay que relativizar esos datos. En la competición por equipos, en ajedrez, se produce algo comparable a la tenística Copa Davis. Aunque marquen tendencia, los puestos de los jugadores en diferentes rankings no predeterminan resultados.
Y así, el encuentro se desarrolló de una manera muy disputada, en sus diez partidas. La primera partida finalizada terminó tras casi tres horas de disputa. La última en finalizar sobrepasó las cuatro horas. Las sucesivas alternativas en el resultado nunca reflejaron una diferencia de más de un punto, como el resultado final.
Pero al margen del resultado y otras notas sobre el desarrollo del encuentro, hay que destacar la actitud y el comportamiento de directivos y jugadores del Santa Eugènia. El equipo del Sant Adriá recibió, desde su llegada, un trato exquisito por parte de sus rivales, que incluyó la invitación al desayuno en el local de juego. No hubo ninguna incidencia en toda la mañana, sólo respeto y cordialidad. Y, al finalizar el encuentro, el presidente del Santa Eugènia, Jordi Vidal Palou, dirigió unas palabras a todos los presentes para felicitar al Sant Adriá por su ascenso y pedir un aplauso par el equipo ganador. Prorrumpieron en el aplauso los socios del Santa Eugènia y los jugadores del Sant Adriá se unieron, en agradecimiento a la grandeza humana de sus rivales.
Al llegar al Centre Cívic Santa Eugènia, hotel de entidades, y conocer sus actividades me pareció un lugar donde se han fomentado la convivencia y los valores ciudadanos. Los miembros del Club d´Escacs Santa Eugènia me acreditaron con creces esa primera impresión.
Ignacio Abascal Vicente (enviado especial)